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Super Bowl

Tendrán defensivas control del juego

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Un clima gélido y la mejor defensiva del planeta. Esos serán los principales enemigos de Peyton Manning y la ofensiva de los Broncos cuando el domingo se enfrente a los Halcones Marinos en el Super Bowl.

De la mano de Manning, los Broncos no sólo terminaron como la mejor ofensiva de la NFL en la campaña regular, sino que batieron varias marcas: anotaron 606 puntos y 76 touchdowns, rompiéndole ambos récords a los Patriots, que en 2007 sumaron 589 y 75, respectivamente.

Pero el pronóstico para el domingo es de un grado centígrado (39 Fahrenheit), con posibilidad de lluvia y hasta nevada sobre el estadio MetLife en East Rutherford. Esas condiciones atmosféricas atentan contra el juego aéreo, la fortaleza de la ofensiva de los Broncos.

Seattle sabe que Manning lanzará el balón, pero si hay nevada habrá pocos pases de Peyton y muchas carreras de Knowshon Moreno y el novato Montee Ball.

Entonces, ¿qué opciones tiene Denver para ganar el Super Bowl? Dejarle la responsabilidad a su defensiva.

La defensa de los Broncos, que en la campaña regular terminó como la decimonovena de la NFL en cuanto a yardas permitidas por juego (356), ha mejorado dramáticamente en los playoffs. En dos juegos de postemporada Denver ha aceptado un promedio de 289.5 yardas y 16.5 puntos, segundos entre los 12 equipos que participaron en la fase de eliminación.

“Muy buena defensa”, dijo el centro de los Seahawks, Max Unger. “Es una buena frontal y una buena secundaria”.

Por tierra, los Broncos únicamente han aceptado 129 yardas (promedio de 64.5) y necesitarán un gran juego del tacle nariz Terrance Knighton y los linebackers Danny Trevathan y Wesley Woodyard para frenar a Marshawn Lynch, el corredor de los Seahawks, que suma 249 yardas y tres touchdowns en los playoffs.

“(Knighton) es muy, muy efectivo”, agregó Unger. “Lo he enfrentado un par de ocasiones. Es un tipo grande, de pies ligeros, se mueve rápidamente y frena la carrera. Es muy efectivo”.

Si los Broncos logran contener a Lynch, habrán cumplido una misión. Y otra comenzará casi de manera automática: atrapar a Russell Wilson, el hábil quarterback de los Seahawks.

“Es sólo cuestión de ver los videos. Los quarterbacks tienen tendencias. (Wilson) es un quarterback derecho, así que querrá correr hacia su lado derecho y lanzar. Así es como es más exitoso”, dijo Knighton. “Así que tenemos que mantenerlo en la bolsa de protección y sacarlo de su zona de confort. Cuando se mueve hacia la izquierda tiende a correr y cuando se mueve hacia la derecha le gusta lanzar. Debemos hacer un buen trabajo para contenerlo, para limitarlo”.

Pese a su movilidad, Wilson ha sido capturado en siete ocasiones en la postemporada, incluidas cuatro en el campeonato de la NFC ante San Francisco. En una de ellas perdió el balón.

El veterano linebacker Shaun Phillips, líder de los Broncos con 10 capturas en la temporada regular y con un par más en los playoffs, ayudará en la “cacería” de Wilson.

Aunque se ha visto golpeado por las lesiones, el perímetro de Denver hizo un excelente trabajo ante Tom Brady en el campeonato de la AFC. El veterano Champ Bailey, además de Tony Carter y Dominique Rodgers-Cromartie sostendrán interesantes duelos con los receptores de Seattle, encabezados por el recuperado y veloz Percy Harvin, así como Doug Baldwin, Golden Tate y Jermaine Kearse.

Y para ellos el clima también es un problema.

“Si llueve debes de cambiarte los guantes y es más complicado atrapar el balón”, dijo Tate. “También debes concentrarte en el viento. Cuando es un pase profundo, el balón se mueve y a veces el viento lo desacelera”.

Las condiciones atmosféricas podrían jugar en contra de las ofensivas en el Super Bowl. Eso podría convertir el juego en una seria batalla defensiva, y los Broncos parecen listos para un mano a mano con la mejor de la NFL.