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De la cancha de soccer, a jugador de americano en UVM

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Hay muchos jugadores que no siempre fueron únicamente jugadores de americano. Esto fue lo que le pasó al receptor de Linces,  Claudio Escamilla, quien también jugó soccer hasta su etapa de preparatoria, donde por razones de tiempo tuvo que elegir una sola disciplina y se quedó con el americano. “No siento la misma emoción cuando juego americano, es totalmente mi pasión.”-explica.

“Ser jugador de americano significa tener dedicación ya que al entrenar te comprometes y sacrificas muchas cosas, pero todo a su tiempo.”-Escamilla.

Claudio empezó a jugar  a los nueve años de edad en los Borregos del Tec de Santa Fe gracias a una propaganda que hubo de un curso de verano. Jugó para los Borregos nueve categorías donde  como liniero ofensivo, receptor  y linebacker;   posteriormente se fue aprobar a los tryouts de su actual equipo: los Linces de la UVM donde juega de receptor. “Lo que más me gusta de ser receptor es que somos los que tienen mucha responsabilidad en el juego y  la principal arma de todo quarterback. Deben de tener rapidez y fuerza. Deben de ser líderes.”-comenta Escamilla.

Este receptor es muy destacado por su velocidad, tiene manos seguras y explosividad. Domina las trayectorias de poste y recto y sin importar con qué quarterback lo pongan tiene un 90% de eficacia, aunque confiesa que con Marco Duran se siente más cómodo pues ya jugó una temporada con el.

En el 2012 al 2013 obtuvo el reconocimiento a mejor jugador y mayor número de anotaciones. Así como el jugador más valioso en el 2015. “Uno de mis mejores recuerdos fue en mi primera temporada llegué a la final o en la temporada pasada que le anoté tres veces a Auténticos en el partido de temporada regular.”

Lo que más le gusta a este destacado receptor de su equipo es el ambiente que hay. Reconoce que la fortaleza de Linces es la unión y la confianza que se tienen entre ellos. “Cuando entro al campo la piel se me pone chinita, volteo a la tribuna y lo principal es ver a mi familia, porque el juego va dedicado para ellos, posteriormnte ver a mis hermanos a un lado de mi.”-cuenta Claudio- “Mi parte favorita de un juego es cuando vamos perdiendo, porque ahí se demuestra la madurez que se tiene como equipo para levantarse y no ver el marcador sino darle la vuelta.”
Sin importar el juego que sea Escamilla se pone nervioso cuando empieza a vestirse para el partido, esos nervios le duran solamente la primera jugada o después del primer golpe.

Actualmente está estudiando Mercadotecnia en la Universidad del Valle de México.
“No sirve de nada llegar a una final invicta todo se define en un  juego”- expresa- “Lo más importante es enfocarse juego por juego, paso por paso. Nunca hay que rendirse, si sienten que ya no pueden levantanse y no dejen de dar lo suyo. El partido tiene cuatro cuartos. Hay que comunicarle a los demás lo que se quiere hacer para transmitirlo y así salir adelante.”

Claudio Escamilla juega con el #2, no lo pierdas de vista en cada juego que sin duda tiene mucho talento que derrochar.