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El Abuelo dice...

Tenían que ser los Browns

No es la primera vez que los Browns pierden un juego que ganaban por 13 o más puntos, y menos de dos minutos por jugar

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Tenían que ser los Cleveland Browns quienes establecieron una marca negativa con su derrota ante los New York Jets.

En una semana en la que hubo épicas remontadas en los marcadores, con cuatro equipos reponiéndose a desventajas de 10 puntos o más para ganar sus partidos, es de llamar la atención lo conseguido por los Jets, que en menos de dos minutos consiguieron 13 puntos para darle la vuelta al partido y terminar imponiéndose.

Con 1:55 en el reloj, Nick Chubb consiguió su tercera anotación del partido con un acarreo de 12 yardas que parecía dejar las cosas definidas, aunque el punto extra fue fallado, el juego parecía definido 30-17.

Nada más lejos de la realidad, pues los Jets, de la mano de Joe Flacco, sacaron los puntos necesarios para lograr una victoria sorprendente. Primero se acercaron con pase de anotación de 66 yardas de Flacco para Corey Davis, y con el extra de Zuerlein, se acercaron 30-24. Los Jets recorrieron 75 yardas en 2 jugadas, consumiendo 33 segundos del reloj de juego.

Tenían que ser los Browns, ese equipo que ha navegado en la mediocridad desde su resurgimiento y que decidió darle un contrato multimillonario a un jugador con severos problemas mentales como es Deshaun Watson. Los Jets recuperaron una patada corta, y ello les abrió la puerta para dar la voltereta.

Nueve jugadas después, en la que recorrieron 53 yardas en 1:00, los Jets sellaron su primera victoria de la temporada con pase de Flacco al novato Garrett Wilson de 15 yardas y con el extra, se decretó la victoria 31-30.

Y digo que tenían que ser los Browns, porque no es la primera vez que les sucede que un equipo les remonta una desventaja de al menos 13 puntos con menos de dos minutos por jugar, ya les había pasado en la semana 8 de la temporada 2001, cuando Chicago Bears le sacaron un partido que ganaban 21-7 en la pausa de los dos minutos.

Los Bears anotaron con pase de Shane Matthews a Marty Booker de 9 yardas, con 32 segundos en el reloj de juego, que con el extra de Paul Edinger dejó las cosas 21-14.

Chicago recuperó la patada corta y tres jugadas después, todas ellas pases de Matthews a James Allen, la última un envío de 34 yardas que fue bateado por Percy Ellsworth que terminó en manos de Allen para mandar el juego a tiempo extra con la patada de Edinger.

El juego se definió gracias a la defensiva de Chicago, que después de que su ataque fue detenido en tres y fuera en su primera serie el tiempo extra, Mike Brown le interceptó un pase a Tim Couch en segunda y 15 yardas por avanzar que devolvió 16 yardas para dejar tendidos a Cleveland. Tenían que ser los Browns.